La industria del jugo de naranja bajo AMLO

Con miles de millones de dólares invertidos, el experimento de López Obrador de aumentar la capacidad de refinación para dejar de importar gasolinas y abaratar su precio en el país, ha sido un fracaso.
6 Noviembre, 2023
López Obrador en la Refinería Olmeca, Tabasco, en 2022 (Foto: lopezobrador.org.mx)
López Obrador en la Refinería Olmeca, Tabasco, en 2022.
Econokafka

El presidente López Obrador está obsesionado con Pemex y el petróleo, pero más todavía con la gasolina. Quizá sea el producto que mejor retrata el nacionalismo anacrónico del mandatario, aparte de evidenciar el simplismo de sus ideas y propuestas.

Prometiendo refinerías

Lo que dijo AMLO reiteradamente a lo largo de los años es que consideraba un desperdicio vender petróleo crudo; era mejor refinarlo para darle un valor agregado para así poder comercializarlo a mayor precio, al tiempo que se generaban empleos y ganancias en el país. Su analogía muchas veces repetida era que exportar crudo e importar gasolina era como exportar naranjas e importar su jugo (símil que de paso mostraba la simpleza con la que el tabasqueño presentaba un complejo proceso de transformación industrial). Una insensatez, aparte de ser (a sus ojos) una ofensa para la soberanía de un país productor de petróleo.

La analogía de las naranjas y su jugo encapsula ese diagnóstico, sencillo, entendible y erróneo, que tanto caracteriza al mesías tabasqueño. Construyendo sobre esa falsa base, López Obrador argumentaba que si no se construían más refinerías era porque los gobiernos neoliberales preferían destruir a Pemex y la soberanía, y al mismo tiempo darle ese (literal) jugoso negocio a otros, todo envuelto en intereses oscuros. Para ello no solo era fundamental aumentar la producción de crudo, sino además hacer lo mismo con la capacidad de refinación.

El López Obrador candidato no se cansó de prometer refinerías. En 2006 iban a ser tres: dos en Veracruz, una en Tuxpan y otra en Minatitlán, además de otra en Salina Cruz, Oaxaca, que sería una ampliación de la ya existente. Cada una costaría 25 mil millones de pesos (entonces unos 2,300 millones de dólares) y estarían listas, las tres, en tres años.

Seis años más tarde, en 2012, no solo ofreció que se rehabilitarían las seis refinerías existentes, sino que se construirían cinco más: en Tula (concluyendo la Refinería Bicentenario que se había iniciado en el sexenio calderonista y sería cancelada en el gobierno de Peña Nieto), una segunda refinería en Salamanca, igualmente una segunda en Salina Cruz y dos nuevas, una en Atasta, Campeche, y otra en Dos Bocas, Tabasco (Veracruz ya no figuró como destino de refinerías). En 2018, finalmente, prometía dos, las de Atasta y Dos Bocas. Tomó posesión y quedó solo la última.

 

“Producir lo que consumimos”

El modelo reiteradamente propuesto era simple: Pemex debía aumentar su producción de crudo por lo menos al nivel suficiente para que su refinación permitiera satisfacer por completo el consumo interno de gasolina.

En ese esquema se cancelaba el comercio exterior, por lo menos en lo referente a crudo y gasolina: se dejaría de exportar lo primero e importar lo segundo. De lograrse ambos objetivos, el precio internacional del petróleo y la gasolina sería por completo irrelevante. Era esa clase de aislamiento tan del gusto de AMLO, ese “producir lo que consumimos”.

No solo se dejaría de importar gasolina, sino que esta sería, evidentemente, más barata, presumiblemente dado que sería producida sin la corrupción e ineptitud neoliberal. Habían sido muchos años de criticar los “gasolinazos” como para no ofrecer una reducción en los precios de los combustibles, como reiteró AMLO en su discurso de toma de posesión en diciembre 2018:

Hago el compromiso responsable, que pronto, muy pronto, cuando terminemos la refinería que vamos a construir en México y se rehabiliten seis refinerías, va a bajar el precio de la gasolina y de todos los combustibles.

 

Rehabilitación de refinerías y Dos Bocas

Poco más de una semana después de tomar posesión, el 9 de diciembre de 2018, AMLO presentó el “Plan Nacional de Refinación”. En realidad fue una serie de discursos y un video todavía disponible en YouTube. De acuerdo con el “plan”:

  • Las seis refinerías existentes, Minatitlán, Salamanca, Tula, Cadereyta, Madero y Salina Cruz, se rehabilitarían el primer año. La inversión se recuperaría rápidamente con la producción adicional alcanzada.
  • En conjunto, las seis plantas refinarían 1.54 millones de barriles diarios, “lo que corresponde a sus capacidades de diseño” (no se da fecha para llegar a ese nivel, pero se entiende que es a partir del segundo año, esto es, 2020).
  • Dos Bocas estaría terminada y funcionando en 2022, procesando 340 mil barriles de petróleo, obteniendo 170 mil barriles de gasolina y 120 mil de diésel de ultra bajo azufre diarios, casi el 30% de las gasolinas que se importaban entonces.
  • En 2022 las siete refinerías estarían procesando 1.863 millones de barriles de crudo diarios, obteniendo 781 mil barriles de gasolina y 560 mil barriles de diésel.

La “capacidad de diseño” en torno a la refinerías existentes parece ser producto de un optimismo sin sustento. Al menos desde 1990 (Pemex ofrece datos detallados a partir de ese año) el máximo que alcanzan las seis refinerías es 1.427 millones de barriles, y esto en diciembre de 1994. El mejor año en términos de refinación es también 1994, con 1.356 millones en promedio, 180 mil barriles inferior a la meta establecida por el “plan” lopezobradorista.

 

Proceso de petróleo crudo mensual por refinería, 1990-2023

(miles de barriles diarios)

Fuente: Pemex

 

Una realidad diferente a la planeada

La rehabilitación del Sistema Nacional de Refinación (SNR) no concluyó en 2019, tampoco al año siguiente, o en 2021, ni tampoco en 2022. Continúa en 2023 y no hay proyección oficial de su fin, lo que parece indicar que AMLO habrá dejado Palacio Nacional en octubre del año entrante sin terminar esa tarea que se suponía tan rápida y que, además, iba a pagar lo invertido con relativa celeridad.

¿Cuánto se ha invertido en dicha rehabilitación, que además incluye trabajos para expandir la capacidad de refinación en Tula y Salina Cruz? De acuerdo con informes de Pemex, entre 2019 y 2023, el monto ascendió a casi cinco mil millones de dólares.

 

Inversión en el Sistema Nacional de Refinación, 2019-2023 (millones)
 

2019

2020

2021

2022

2023*

Total

Pesos

8,409

10,878

20,594

35,672

21,438

96,991

Dólares**

437

506

1,015

1,774

1,205

4,936

*Presupuesto aprobado para el año **Estimación con el tipo de cambio promedio anual. Fuente: Pemex

 

¿Cuánto se está refinando actualmente? Entre enero y agosto de 2023, las seis refinerías del SNR procesaron 813 mil barriles diarios en promedio de crudo y líquidos, poco más de la mitad de la meta establecida para 2022. Ese nivel era el registrado a principios de 2017. Dos Bocas fue oficialmente inaugurada en junio de 2022 por López Obrador aunque no estaba terminada, como sigue sin estarlo, por lo que no aporta un solo barril al acumulado. Se cree que terminará costando al menos 22 mil millones de dólares, cerca del triple de lo originalmente estimado.

El SNR ha seguido perdiendo dinero, como lo ha hecho desde hace décadas. Al reducir los volúmenes de refinación a partir de 2016, la administración Peña Nieto buscaba, y logró, aminorar las pérdidas en el SNR. En algo que parecía perverso, y que López Obrador no entendió o pensó que podría superar, entre más se refinaba, más dinero se perdía. Durante sus primeros cuatro años de gobierno, AMLO ha acumulado pérdidas por 763 mil millones de pesos (a precios de 2022), un poco más que Peña Nieto en su sexenio. No puede descartarse que supere el máximo sexenal registrado en el gobierno de Felipe Calderón, alcanzando un monto superior al billón de pesos.

 

Pérdidas acumuladas por el SNR (1995-2022) Millones de pesos constantes
 

Pérdidas acumuladas en el periodo

Ernesto Zedillo Ponce de León (1995-2000)

150,361

Vicente Fox Quesada (2001-2006)

499,720

Felipe Calderón Hinojosa (2007-2012)

975,160

Enrique Peña Nieto (2013-2018)

747,527

Andrés Manuel López Obrador (2019-2022)

762,825

Fuente: Elaborado con datos de Pemex

 

Francisco Barnés de Castro, quien fue Subsecretario de Energía y dirigió el Instituto Mexicano del Petróleo aparte de ser Rector de la UNAM, realizó recientemente un comparativo revelador de las pérdidas en materia de refinación, contrastando a Pemex con otras empresas en dicho rubro, comparando el periodo en que la administración Peña trató de controlar las pérdidas con los primeros cuatro años de AMLO. En ambos casos Pemex perdía dinero, pero muchísimo más por barril de crudo procesado en el gobierno obradorista.

 

Beneficio neto promedio por barril de crudo procesado* (dólares)
Empresa/Periodo

2015-2018

2019-2022

Petrobrás

6.84

5.62

Valero

14.96

1.64

Exxon

3.46

3.19

Marathon

3.53

3.50

Pemex

-7.88

-35.17

*Negativo es una pérdida neta. Fuente: Barnés de Castro Francisco, ¿Qué hacemos con Pemex?, Octubre 9, 2023

 

México sigue exportando petróleo crudo e importando gasolina, cuyo precio no se ha reducido, y puede esperarse que con esa realidad cerrará el sexenio lopezobradorista. Resultó que no era algo tan sencillo como exprimir naranjas.

 

Sergio Negrete Cárdenas Sergio Negrete Cárdenas Doctor en Economía por la Universidad de Essex, Reino Unido. Licenciado en Economía por el ITAM. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la UNAM. Profesor-Investigador en el ITESO. Fue funcionario en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en el Gobierno de México.

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