El rescate de Pemex y las últimas fichas de Herrera

La construcción de la refinería de Dos Bocas es un símbolo político del Presidente, y es intocable; todo depende del rol de la inversión privada en el plan de Pemex.
16 Julio, 2019 Actualizado el 17 de Julio, a las 11:18
Arturo Herrera, secretario de Hacienda, en conferencia de prensa al asumir el cargo (Foto: SHCP)
Arturo Herrera, secretario de Hacienda, en conferencia de prensa al asumir el cargo (Foto: SHCP)
Arena Pública

Arturo Herrera, el flamante secretario de Hacienda de México, enfrenta su prueba más dura a una semana de asumir el cargo.

No es ninguna novedad. Herrera -quien sucedió a Carlos Urzúa después de que éste renunció al cargo a través de una explosiva carta- sabía lo que venía... y era cuestión de horas.

Ya en la conferencia matutina, un día después de que asumió el cargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que convencería a Herrera de la necesidad de construir la refinería de Dos Bocas en Tabasco; una de las obras más cuestionadas de su gobierno dada la falta crónica de recursos que padece Pemex y que tiene a las calificadoras a punto de enviar sus bonos al cesto de la basura.

"Lo convenzo. Fíjese que tengo manera de convencer, tengo argumentos", respondió López Obrador a la pregunta de un periodista sobre las posibilidades que tiene Herrera para decirle 'no'. 

"La refinería de Dos Bocas no sólo va a producir gasolina, nos va a permitir ser más libres y más independientes", dijo el Presidente para quien éste asunto es cuestión de soberanía nacional, de ideología; no de pesos y centavos en las arcas públicas, ni de modelos de negocios.

Desacuerdos como éste -entre otros- fueron los que provocaron la virulenta renuncia de Carlos Urzúa, quien lo explica en una entrevista que concedió a la revista Proceso tan pronto dejó el cargo.

Herrera lo ha experimentado en carne propia. Ya en marzo el Presidente lo había desmentido cuando -siendo subsecretario de Hacienda- le dijo al diario británico Financial Times que el gobierno usaría los 2 mil 500 millones de dólares destinados a la refinería en este año, para apuntalar la exploración y producción de Pemex. En aquella ocasión, Herrera y su jefe Urzúa tuvieron que dar su brazo a torcer ante la orden de López Obrador.

 

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Ahora en su calidad de secretario de Hacienda, Herrera parece haber corrido la misma suerte con el 'no' del Presidente. La refinería es un emblema político de López Obrador que difícilmente cambiará.

En la conferencia de esta mañana -al presentar las líneas generales del Plan de Negocios de la petrolera del estado- el director general de Pemex, Octavio Romero, confirmó la construcción de la refinería Dos Bocas. "De especial relevancia será la capitalización destinada al financiamiento de la nueva refinería de Dos Bocas, cuya construcción será fondeada con recursos federales", dijo Romero bajo la mirada atenta del Presidente.

Las calificadoras, inversionistas y analistas han criticado el empecinamiento de López Obrador con la construcción de la refinería y la insistencia en su costo de 8 mil millones de dólares y un plazo de 3 años en su construcción; cuando las propias empresas escogidas por la secretaría de Energía para tal fin, decidieron no aceptar las condiciones del gobierno.

Esta mañana, mientras que Romero hablaba sobre el plan de negocios, una nueva debilidad del peso se hacía manifiesta en los mercados internacionales y las alzas en los rendimientos de los bonos de Pemex hacían notar su ya largo descontento.

La agencia Reuters hizo notar la prima máxima en 3 años que alcanzaron los Credit Default Swaps (CDS). "Los Credit Default Swaps (CDS) a cinco años y 10 años, que son los instrumentos que aseguran el riesgo de un impago de los bonos de la petrolera estatal a esos plazos, subieron su prima la semana pasada a un máximo de poco más de tres años, un día después de la renuncia de Urzúa".

La misma agencia, cita a Sebastián Miralles, vocero del CFA Society Mexico, quien aseveró que el exsecretario Urzúa había insinuado que su renuncia se debió -entre otras razones- a sus desencuentros con el Presidente respecto a la refinería de Dos Bocas y el plan de Pemex.

“El plan de rescatar a Pemex a toda costa debería incluso bajar el valor de los CDS, pero no si hay dudas de que el plan sea factible”, agregó Miralles, publicó Reuters.

Herrera llegó al sillón principal de Hacienda precisamente para evitar que Moody's y Standard & Poor's degraden la deuda de Pemex como ya lo hizo Fitch. Una reacción generalizada de las calificadoras, contaminaría la deuda soberana dado que la previsión de un fallido rescate de Pemex compromete, necesariamente, la salud de las finanzas públicas en la que López Obrador ha insistido.

 

Mientras que Romero hablaba sobre el plan de negocios de Pemex esta mañana, una nueva debilidad del peso se hacía manifiesta en los mercados internacionales y las alzas en los rendimientos de los bonos hacían notar su ya largo descontento

 

Sabiéndolo, es que Herrera está buscando jugar las pocas fichas que tiene para evitarlo, bajo la premisa del compromiso del Presidente con el balance fiscal.

Una de esas fichas es mantener una interlocución directa con López Obrador evitando al ala dura del gobierno, de allí que no asistió a la reunión del Consejo de Administración de Pemex este lunes, un grupo dominado por Rocío Nahle, la secretaria de Energía, quien ha radicalizado la postura de López Obrador evitando a toda costa la inversión privada y enarbolando la bandera de la construcción de la refinería. Nahle se enfrentó a Herrera, cuando éste era subsecretario. 

La otra de ficha de Herrera es convencer al Presidente sobre la importancia de la participación del capital privado en Pemex, dado el tamaño de la inversión requerida y la fuerte presión sobre las finanzas públicas.

El plan de negocios detallado para sacar a la petrolera del barranco aún no se conoce a esta hora; pero la mayoría de expertos desconfía de su viabilidad. 

Severo López Mestre, socio de la consultora Galo Energy, escribió en su cuenta de Twitter: "El Plan de Negocios de Pemex COMPLETO no se ha presentado aún. PREOCUPA una constante en la nueva visión: el gasto y la inversión públicas (+deuda) tanto @CFEmx como @Pemex como ÚNICOS motores energéticos de México".

Y es que, con la información dada esta mañana por López Obrador y Octavio Romero, apenas si se menciona la participación privada en el resurgimiento de la petrolera del Estado. El boletín emitido hoy por Pemex le dedica un solo párrafo:

"Se contempla que la inversión pública se complemente con inversión privada, a través de contratos de servicios de largo plazo para la producción de petróleo (CSIEEs). Lo anterior permitirá que Pemex pueda contar con recursos para invertir en la producción de petróleo y en la recuperación de la capacidad de las refinerías".

Las pocas fichas de Herrera -a quien le han llamado "la última bala", después de la renuncia de Carlos Urzúa- están en juego y no parece estar ganando la partida; por lo menos no frente a los mercados.

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