Nearshoring también plantea "guerra salarial" por trabajadores en el norte

La llegada de empresas atraídas por el nearshoring trajo como consecuencia "canibalismo laboral" ante el déficit de trabajadores en la región, advirtieron líderes empresariales.
29 Diciembre, 2022 Actualizado el 29 de Diciembre, a las 21:06
El 50% de los directivos de la industria manufacturera esperan que los salarios crezcan a mayor tasa que el los últimos 12 meses. (Foto: Gobierno de Puebla)
El 50% de los directivos de la industria manufacturera esperan que los salarios crezcan a mayor tasa que el los últimos 12 meses. (Foto: Gobierno de Puebla)
Arena Pública

Los empresarios están sufriendo mayores dificultades para retener a su capital humano ante la llegada de empresas extranjeras y las nuevas políticas laborales vigentes en el país. 

El nearshoring, que ha sido promovido como el futuro industrial de México, está retando la capacidad de los industriales mexicanos del norte del país para competir frente a las nuevas empresas que se están instalando para aprovechar la cercanía con los Estados Unidos y ofrecen mejores salarios para un mercado laboral estrecho e insuficiente.

Históricamente los salarios en el norte del país han sido mayores que en el resto de la República Mexicana ante la fortaleza económica de la región y la importante relación comercial con EU, incluida una importante participación del dólar y competencia salarial con las empresas al otro lado de la frontera. 

Pero ahora los retos para mantener la plantilla laboral están llegando no solo desde el otro lado del río Bravo, sino incluso desde el otro lado del Pacífico, conforme las nuevas empresas de origen predominante asiático han llegado a instalarse al norte del país y ofreciendo mejores salarios para un ejército industrial que ha visto mermado su poder adquisitivo en los últimos dos años. 

El presidente de Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), José Antonio Centeno describió al fenómeno que ha aparecido en dicha región como una especie de “canibalismo laboral", pues implica que las empresas que llegan "devoran" las plantillas de sus competidoras ya establecidas al existir un déficit de alrededor de un millón de trabajadores en la región. 

El líder empresarial ejemplificó con el caso de una empresa china en Tijuana, que luego de no tener éxito en reclutar a su llegada, ofreció salarios 50% más altos "lo cual genera una desbandada y una escalada de los sueldos” explicó el presidente de Canacintra.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de los diez estados que lideran por ofrecer los mejores salarios promedio en el país, seis de ellos son parte de la zona norte del país, destacando Baja California Sur y Nuevo León con 17,948 y 16,950 pesos mensuales, solo por debajo de la Ciudad de México que ofrece 18,526 pesos. 

El caso de Nuevo León, uno de los estados que mayor inversión extranjera ha recibido incluyendo  la llegada de nuevas empresas -entre las que destacan las de origen coreano- resulta ilustrativo del crecimiento salarial de los últimos meses, pues según datos del observatorio laboral de la  Secretaría de Trabajo y Previsión Social los salarios nominales en la entidad crecieron 8.4% anual,, superando el promedio nacional de 4.7% e incluso siendo de las pocas entidades que han logrado un incremento mayor al promedio de inflación de los últimos doce meses. 

Y los empresarios de la región esperan que los salarios sigan aumentando. Según el Reporte de Economías Regionales del Banco de México (Banxico) durante el tercer trimestre del año el porcentaje de directivos encuestados que esperaban que los salarios crecieran a una tasa mayor en los próximos doce meses alcanzo 42.6% de los encuestados en la zona norte y hasta el 48% en la zona Centro Norte, su mayor nivel desde el ciclo inflacionario de 2016-2017. 

Por sectores, las manufacturas lideraron el porcentaje de respuestas que esperan tasas mayores con 50% también su mayor nivel desde hace cinco años, confirmando las advertencias del líder de la Canacintra. 

Aumentos acumulados  al salario mínimo amenazan con presiones adicionales

Aunque a primera vista el aumento salarial es un beneficio para los trabajadores, un aumento desmedido de los costes salariales podría traer recorte a las plantillas laborales ante la imposibilidad de pagar todos los salarios o incluso nuevas presiones sobre los precios. 

Sí bien a la fecha la mayoría de aumentos salariales se han visto neutralizados por la inflación, en su Reporte de Economías Regionales, el Banxico advirtió que el sector manufacturero en particular -uno de los más beneficiados por los incremento salariales- deberá ser vigilado en un contexto de recuperación del mercado laboral. 

"Asimismo, habrá que dar seguimiento a los efectos relacionados con los ajustes al salario mínimo, toda vez que estos influirán en las revisiones salariales de un mayor número de trabajadores de manera mecánica" agregó el Banxico.

En 2023, el salario de la zona fronteriza del país aumentará por cuarta ocasión en este sexenio para alcanzar 312 pesos al día desde los 260 previos, un incremento de mil 584 pesos al mes con lo que alcanzaría 9 mil 372 pesos mensuales.

Aunque la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) ha señalado que las alzas puntuales al salario mínimo no presionan directamente a la inflación ni la dinámica salarial debido a que solo aplican 6.4 millones de trabajadores, los incrementos acumulados han comenzado a acercarse a un ritmo mucho más rápido a los salarios promedios lo que sí podría influir en el resto de remuneraciones, advirtió Luis Munguía, titular de la dependencia.

Va a haber un punto en que las empresas tengan que subir esos salarios y de preferencia deberían subir desde ahorita porque va a haber un punto donde van a estar muy compactados y no podrán subir lo mismo que los salarios mínimos porque no aguantaría la economía” señaló el presidente de la Conasami. 

No obstante, señaló que según estudios del organismo, el impacto que se proyecta del incremento salarial sobre la inflación sería solo del  0.12%, ante la baja participación (solo del 8%) del costo total sobre ella producción.