Incentivos a la inversión, certeza jurídica y política industrial para reactivar la economía, pide Banxico

El Banco de México revisó fuertemente a la baja su estimado de crecimiento para 2019 -ahora en un rango de 1.1% a 2.1%- con la debilidad de la inversión como factor crucial.
27 Febrero, 2019 Actualizado el 27 de Febrero, a las 23:15
Junta de Gobierno del Banco de México en la presentación del Informe Trimestral Sep-Dic 2018 (Foto: Banxico)
Junta de Gobierno del Banco de México en la presentación del Informe Trimestral Sep-Dic 2018 (Foto: Banxico)
Arena Pública

¿Por qué es importante? La debilidad de la economía en el último trimestre de 2018 y su proyección hacia el primer trimestre de 2019, con nuevo gobierno, con políticas públicas inciertas y con un entorno externo de bajo crecimiento global, hacen prever un mal año para la economía mexicana.

¿Qué ocurrió? El Banco de México (Banxico) dio a conocer su Informe Trimestral, Octubre-Diciembre 2018 en el que revisó a la baja sus pronósticos para el crecimiento económico en 2019 y 2020. Para 2019 la revisión fue de 60 puntos base: de un rango de 1.7% - 2.7% previsto, pasó a 1.1% - 2.1%. Para 2020 la revisión a la baja fue de 30 puntos base: de un intervalo de 2.0% - 3.0% a uno de 1.7% - 2.7%.

El banco central fundamenta el cambio de su expectativa en factores externos (menor comercio mundial) e internos (debilidad en la demanda interna, producción petrolera con tendencia negativa, inicio de un nuevo gobierno, desabasto temporal de combustibles, conflictos laborales en Matamoros y cierre de vías férreas en Michoacán).

Pero el factor clave para el banco central, es la debilidad de la inversión "toda vez que las primas de riesgo se mantienen en niveles relativamente elevados"). Y un apunte relevante más del Informe: "Hay diferentes elementos de política pública cuyos efectos sobre la economía son inciertos" (Pág. 77).

Indudablemente que los miembros de la Junta de Gobierno se refieren a señales y decisiones polémicas recientes del gobierno, entre ellas los cuestionamientos públicos a los órganos reguladores, la suspensión de diversas licitaciones, entre otros.

Las cifras hablan La economía creció un raquítico 0.2% en el último trimestre, respecto del trimestre anterior; y 1.7% en comparación anual. Mientras que la actividad industrial (32% del PIB) cayó 1.2% en el último trimestre, respecto del anterior, y -0.8% respecto al último trimestre de 2017. La inversión fija bruta cayó 3.1% en noviembre (variación mensual) marcando una tendencia negativa en el segundo semestre. 

El párrafo clave "Para que México logre alcanzar un crecimiento más dinámico... se requiere continuar con un fortalecimiento estructural de las finanzas públicas que garantice su solvencia de largo plazo... Para incentivar la inversión privada, nacional y extranjera, es necesario revisar el diseño institucional de incentivos, de modo que se privilegie la creación de valor, se impulse la adopción de tecnologías de punta, se mantenga la apertura comercial y de flujos de inversión y se fomente la competencia económica. ...el marco institucional debe permitir que los precios reflejen adecuadamente las condiciones de mercado..." (Pág. 81)

¿Qué hay que ver? El mensaje de la Junta -que destaca el deterioro de la inversión- apunta al restablecimiento de la confianza de las inversiones, incentivándolas a través del fortalecimiento del marco institucional (certeza jurídica, garantías a la propiedad privada y competencia en primer plano) y de una política industrial que cuide de no dislocar el funcionamiento del sistema de precios.

El fondo del asunto El gobierno de López Obrador ha planteado una política industrial. En su lenguaje indirecto el Banco responde que "sí", pero se debe mantener la apertura comercial y la movilidad de los capitales. El mensaje de la Junta de Gobierno de Banxico -ahora con dos nuevos miembros designados por el Presidente López Obrador- parecen entenderlo en Hacienda. Pero ¿están en la misma página AMLO y sus asesores políticos? 

 

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