Consumidores con la confianza por los suelos, pese a ligero avance en noviembre

La intención de compra de bienes duraderos fue la peor evaluada por los consumidores encuestados por Inegi en noviembre, mes en el que el Índice de Confianza del Consumidor apenas creció 0.6 puntos.
5 Diciembre, 2022 Actualizado el 6 de Diciembre, a las 07:13
La intenciones de compra de ropa y calzado disminuyeron antes el histórico encarecimiento de estos bienes. (Foto: Pexels)
La intenciones de compra de ropa y calzado disminuyeron antes el histórico encarecimiento de estos bienes. (Foto: Pexels)
Arena Pública

El "nuevo Covid" para el bolsillo de los mexicanos es la inflación que ha golpeado sus posibilidades de compra. La confianza del consumidor se mantuvo en niveles mínimos pese a un ligero repunte a nivel mensual, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). 

Luego de ocho meses de estancamiento en 2021 y con disminuciones en prácticamente todos los meses de este año, el Indicador Mensual de Confianza del Consumidor registró un ligero incremento mensual de 0.6 puntos en noviembre, gracias al incremento generalizado de sus componentes principales. 

“Esto se explicó por una mejor evaluación sobre las condiciones presentes y esperadas para el país y la situación actual para el hogar, así como un ligeramente menor pesimismo sobre el comportamiento de los precios” señaló en un flash informativo el equipo de análisis del banco Ve por Más, BX+.

No obstante, a nivel anual todos los componentes del indicador que publica Inegi mostraron caídas considerables respecto al año anterior, manteniendo el registro en mínimos. El comportamiento anual ha estado afectado por un efecto rebote luego de que el 2021 -el primer año después del inicio de la pandemia- registrara importantes saltos entre el desolador panorama pandémico y el esperanzador primer año de vacunación. 

Con una pandemia prácticamente superada en el país, ahora es la galopante inflación la que se ha convertido en el "nuevo COVID" de los precios y el bolsillo de las familias, reduciendo -o imposibilitando- considerablemente sus intenciones de compras.

Según los indicadores complementarios del Indicador, que en su aplastante mayoría muestran caídas anuales, uno de los asuntos que más desesperanza causan entre la población son las posibilidades actuales de ahorrar alguna parte de sus ingresos, la de salir de vacaciones en los próximos 12 meses, así como la compra de ropa, zapatos, o alimentos, comparadas con las de hace un año.

Para Janneth Quiroz, economista en Jefe de Grupo Financiero Monex, pese a la ligera mejoría respecto a los precios esperados en un futuro, los resultados de estos rubros demuestran que los consumidores están sufriendo los efectos acumulados de la inflación que durante el año aceleró su paso en tres de cuatro trimestres.

En particular, el consumo de productos como zapatos, alimentos y ropa empeoró respecto al mes previo 0.6% mientras a nivel anual se redujo en 1.0%. En contraste, las posibilidades de compra de productos duraderos como muebles, televisor, lavadora, otros aparatos electrodomésticos, etc aumentó marginalmente 0.1% respecto al mes anterior, aunque se redujo considerablemente en (-)3.2% a nivel anual. 

La diferencia entre las intenciones de consumo de este tipo de productos se vería impulsada por el lado de los duraderos, gracias a la euforia promovida por las ofertas del Buen Fin, mientras que el peor desempeño de los productos no duraderos estaría afectado directamente por el alza de precios, especialmente los alimentos. 

Según el Índice Nacional de Precios al Consumidor, los productos alimenticios alcanzaron un aumento anual de 14% en la primera quincena de octubre, su mayor incremento en los últimos 20 años. Además, comer fuera de casa se ha vuelto 11% más caro respecto a noviembre pasado, al incrementar el costo de los servicios alimenticios. 

En el caso de los incrementos de precios en ropa y zapatos, incluso con la disminución de  las presiones en las cadenas logísticas internacionales, ha sido de 6% anual hasta octubre, un incremento del doble al histórico de 3% e, incluso, mayor al de 2020-2021 cuando alcanzó 4.8%.

No obstante, las ofertas no fueron suficientes para apaciguar el alza de precios entre los bienes duraderos, pues el precio de los electrodomésticos se ha incrementado en  6.7% y en 5.3% en el caso de los muebles, por lo que el componente se mantiene como el del nivel más bajo entre todos. 

Esperanza sobre el empleo, la excepción

En medio del pesimismo generalizado de los consumidores hubo una sola excepción: el empleo, que a contracorriente del resto de los indicadores, ha mantenido su tendencia positiva.

Si bien no fue el único indicador en registrar crecimientos mensuales y como la mayoría presentó un retroceso anual (de -1.2 pts), fue el único que se ha mantenido desde hace meses por arriba de su nivel prepandemia y en los últimos meses ha adoptado una ligera trayectoria al alza. 

Detrás del resultado se encuentra la recuperación del mercado laboral que en el caso de los empleos formales ha registrado varios meses rompiendo récords en lo que va del año, mientras que la ocupación en general -formal e informal- ha seguido recuperándose.

Aún con ello, el indicador se mantiene por debajo de su último pico alcanzado en marzo de 2019, cuando se encontraba por encima del umbral de los 50 puntos que técnicamente expresa el verdadero sentimiento de optimismo entre los encuestados por el instituto de estadísticas del país.