De porqué Yalitza Aparicio va a ganar el Oscar
Estoy seguro que uno de los Oscares que va a conseguir Roma será el de Yalitza Aparicio. Una actuación sobresaliente, sensible. Como actriz tiene capacidad de proyección emocional y carisma.
Además del excelente y millonario lobby de la película y que Yalitza ha sido nota todos los días prácticamente desde que inició la promoción de la película, su rival más importante, la formidable veterana Glenn Close ya tuvo innumerables reconocimientos y en realidad, aunque el Oscar se cuece aparte, no lo necesita.
Glenn Close en The Wife
Yo la amé desde Las relaciones peligrosas (1988), pero quizá su papel más conocido sea el de novia psicópata en Atracción fatal (1987). Quizá estos no sean los criterios de los votantes, pero quizá sí.
En todo caso el Oscar para Yalitza tendría un impacto de imagen muy positivo para la Academia a nivel mundial, y premiar a Glenn Close ninguno (sería tan justo como si lo gana Yalitza pero totalmente equis).
Por increíble que parezca, para algunos mexicanos el triunfo de Yalitza sería injusto porque según ellos, ella no es actriz.
Entre las estupideces que se han escuchado quizá la más absurda sea esa que dice que Yalitza no actúa porque ella es como es Cleo. Argumento basura.
Yalitza Aparicio en Roma
En la realidad Yalitza nunca trabajo como empleada doméstica, es maestra normalista, lo que implica que estudio su carrera de cuatro años y luego ejerció como maestra en una escuela, en preescolar me parece.
Y si se revisa la película con atención ella siempre esta en papel: es decir proyecta a una empleada doméstica como las hemos conocido todos. Pero Yalitza ni fue empleada doméstica nunca, ni es así en la vida cotidiana.
Lo dicen los que miran desde su racismo mexicano nefasto de todo los días. Interpreta un papel y lo hace muy bien. Y eso es ser actriz. Este dilema en realidad es un tema viejo en el cine, el tema de los no actores.
Yalitza interpreta un papel y lo hace muy bien. Y eso es ser actriz
Hace muchos muchos años, recién entrados al CUEC generación 96, se había publicado en la Revista Cuadernos de Estudios Cinematográficos del CUEC el número 4 dedicado a “La actuación en Cine”(1). Y uno de los artículos más interesantes era una defensa de Robert Bresson de los no actores(2).
Bresson como otros directores franceses de los años cincuenta se había formado con el Neorrealismo Italiano. Según recuerdo, y cito de memoria porque aunque tengo la revista, no la tengo en este momento a la mano, afirma Bresson que un no actor es capaz de actuar con mayor sentido de verdad.
El gran ejemplo es precisamente El ladrón de bicicletas con un papelazo de Lamberto Maggiorani, que era tornero en una fábrica pero que había sufrido el desempleo de la posguerra, que es lo que trata la película.
Según esta escuela cinematográfica había más sentido de verdad en la actuación si se utilizaba gente que hubiera padecido el contexto que la película refería. Esto había empezado de hecho con Roma, Ciudad abierta (1945) de Rossellini, la película manifiesto del movimiento.
Y en fin, evidentemente grandes obras maestras se han filmado con no actores pero que en la película actúan muy bien. Es importante acentuar esto: los no actores actúan, si no actúan simplemente no sirven(3).
Los no actores actúan, si no actúan simplemente no sirven
Las películas del propio Bresson son magníficos ejemplos. Para Pickpocket contrató a un verdadero carterista (Martin LaSalle), lo que permitió darle a la película detalles realistas que hubiera sido imposible lograr con un actor entrenado por mejor entrenamiento que tuviera.
Pasolini en El Evangelio según San Mateo (1964) bajo la premisa del sentido de verdad utilizó pescadores de verdad como discípulos de Jesús, y el propio Jesús era un joven estudiante universitario de izquierda con cierta semejanza física al Che Guevara.
En casi todas las películas sobre la pasión de Cristo, los discípulos son actores profesionales atractivos, con dentaduras perfectas y barbas bien arregladas, el contraste con los pescadores pobres de El Evangelio es enorme, un guiño genial.
El cine mexicano contemporáneo comenzó a utilizar no actores en el nuevo milenio, como reacción a la escuela televisiva de actuación que era y sigue siendo hoy la más importante en México(4), además de un esfuerzo de renovación necesario cuando la gente se preguntaba porque en el cine mexicano siempre actuaban los mismos actores, una y otra y otra vez, los Bichir por ejemplo.
En Temporada de Patos (2004) de Fernando Eimbcke hay un buen balance entre actores profesionales y no actores, en este caso los adolescentes, pues lógicamente un adolescente no ha estudiado actuación y no puede considerarse profesional si no se ha dedicado a ello desde niño.
Pero la obra que más ha llamado la atención y ha sentado escuela es la de Carlos Reygadas, tanto en su ópera prima Japón(5) (2002) como en el escándalo producido por Batalla en el cielo (2005) y en su obra maestra Luz silenciosa (2007) se asienta la presencia imprescindible de no actores (que mejor que un menonita para interpretar a un menonita).
También hay que decir que no siempre los no actores están bien usados, ni vienen al caso, y que también hay películas fallidas por malas decisiones a este respecto, pero ese es otro tema.
Que Yalitza no sea actriz profesional y que por eso no sea meritoria del Oscar, es un falso dilema. Se pueden filmar obras maestras con no actores, obviamente no actores que actúen bien, como Yalitza. Estoy seguro que va a ganar el Oscar porque lo merece, lo merece su actuación en la película Roma.
Sobre si será después actriz o no, en todo caso un no actor puede seguir la carrera de actuación de mil formas distintas, o no.
Yalitza ha manifestado su deseo de continuar su carrera y creo hablar por miles o quizá millones de mexicanos cuando expreso mi deseo de que le vaya muy bien, ojalá que alcancé muchos otros éxitos profesionales. Ya es una mujer mexicana notable lo gane o no. Pero…ganará el Oscar, acuérdense de mí.
Yalitza ganará el Oscar, acuérdense de mí.
ADENDA
Una de mis películas favoritas con no actores es La sal de la tierra (1954) de Herbert J. Biberman, que me tocó exponer en la clase de cine documental del maestro José Rovirosa, por los elementos docuficcionales de la película.
El director Herbert J. Biberman fue uno de los Diez Grandes de Hollywood, purgó pena de seis meses de cárcel por negarse a declarar en las audiencias del Comité de Actividades Antiamericanas del Congreso gringo, en el periodo llamado Macartismo. La mayoría eran guionistas pero Biberman fue uno de los dos directores que sufrieron esta persecución.
El guionista de la película Michael Wilson también fue uno de los diez grandes y sufrió la misma pena que Biberman. Sin embargo fueron los únicos de la lista que persistieron en la producción de un cine social, de talante neorrealista.
La sal de la tierra es en todo sentido una película blacklisted y realizarla les costó la carrera a todos los que participaron en ella. Trata sobre una huelga minera exitosa ocurrida en Bayard, Nuevo México.
Fue pagada por el sindicato minero y actúan los mineros y sus esposas, y actúan notablemente. La única actriz profesional era la mexicana Rosaura Revueltas. Cuyo tipo físico me recuerda mucho a Yalitza, típico de mujer mexicana mestiza de dominante ancestría(6) indígena.
Hermana de Silvestre y de José, fue deportada de los Estados Unidos y su visa cancelada de por vida por actuar en una película socialista (y además feminista).
No obstante, por esta película Rosaura ganó el Globo de Cristal para mejor actriz del festival de Cine Karlovy Vary de la en aquel entonces Checoslovaquia, hoy República Checa y también la Estrella de Cristal de la Academia Cinematográfica francesa.
Rosaura ya había ganado un Ariel como mejor actriz de cuadro por la película El rebozo de soledad de Roberto Gavaldón. También hizo una notable carrera como bailarina.
[1] Recomiendo consultar directamente las revistas en la Biblioteca del CUEC o en la Biblioteca de la Filmoteca o en la Biblioteca de la Cineteca Nacional, ya que las nuevas compilaciones publicadas no tienen los textos de traducción de directores extranjeros, que son fenomenales. Las compilaciones publicadas en libros solo tienen los textos escritos por los profesores de la escuela.
[2] Nuestro maestro Raúl Zermeño escribió debajo de este artículo una editorial apasionada, decía y cito de memoria que Bresson lo obligaba a cuestionarse, a revalorar el trabajo del actor, pero que al final no estaba de acuerdo con él, rompía una lanza por el gran y difícil arte del actor.
[3] Lejos de lo que se piensa, no cualquier persona puede ser un buen no actor. Una película es un asunto muy serio cuando se quiere hacer bien, hay millones de pesos arriesgados y el trabajo de muchas personas y también muchas ilusiones. Sirva como invaluable testimonio las experiencias del escritor Xavier Velasco con el director Carlos Reygadas con motivo del rodaje de Nuestro tiempo que se publicó en la revista Nexos num. 493, Enero 2019, https://www.nexos.com.mx/?p=40620 Ya con algunas escenas filmadas Reygadas le contrató a Xavier un coach de actuación “el director me informa que a partir de mañana tanto él como yo seremos Juan y haremos las escenas por duplicado. Es decir que ya al menos considera la posibilidad de reemplazarme”. Y más adelante cuando es despedido: “Carlos espera a que caiga la noche para venir hasta mi camioneta y confesar que tiene miedo al miscast.” Pag. 76 de la revista impresa. Miscast es un error de casting, en otras palabras, escoger mal a un actor para un papel determinado.
[4] En la época dorada del cine mexicano la mayoría de los actores venían de la radio o de la carpa. La radio había provisto a esta generación de una espléndida formación vocal, estos actores dialogan muy bien, y el estilo de habla en sus diálogos llega a ser en muchos de ellos su característica más importante: Pedro Infante, Arturo de Córdova, Tin Tan, Piporro por mencionar a algunos. En los años sesenta y setenta resulta fundamental el teatro universitario. Pero para mediados de los años ochenta la principal cantera de actores mexicanos era la televisión, con excepciones por supuesto. El estilo televisivo se impuso en los años noventa. Solo con tu pareja por ejemplo, de Alfonso Cuarón, se soporta completamente en Daniel Jiménez Cacho, sin él hubiera naufragado la película, las demás actuaciones van de aceptables a malas, Claudia Ramírez que venía precisamente de las telenovelas, mujer bonita de ojos claros, ofrece algunas de las escenas menos creíbles de la película: en especial la escena donde descubre que su esposo la engaña, con una reacción de mala telenovela. Diego Luna y Gael García Bernal, que considero buenos actores, iniciaron carrera desde niños en la televisión, la mamá de Gael es Patricia Bernal, destacada actriz de telenovelas, la formación de estos buenos actores es eminentemente televisiva.
[5] El título Roma es equidistante a esta película de Reygadas, conecta puntos en una geometría estética e histórica.
[6] La palabra ancestría me la encontré en estudios de genética, son estudios de linaje genético donde ancestría se corresponde a los genes que heredamos de los ancestros, no resulta una sorpresa que la mayoría de los mexicanos mestizos tiene un componente más alto de ancestría indígena. En el estudio Diversidad genómica en México de Andrés Moreno y Karla Sandoval, del Departamento de Genética de la Universidad de Stanford, California, publicado en línea se establece que el mexicano mestizo promedio tiene 53% de ancestría indígena, 42% de ancestría europea y 5% de ancestría africana, esto es estadísticamente: “Sin embargo, de manera indivual, lo valores de ancestría de la población varían a lo largo de un rango amplio, desde individuos con casi total ancestría indígena hasta otros con casi total ancestría europea. El patrón de distribución no es aleatorio: los individuos muestreados en los estados del norte del país, por ejemplo Sonora, tienen a mostrar valores más altos de ancestría europea, mientras que aquellos muestreados en estados del sur, como Guerrero, tiene mayor ancestría indígena.” http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-16592013000300013 La conclusión del estudio no obstante es contundente: todos los mexicanos somos mestizos en algún grado y compartimos genes comunes.
Luis F. Gallardo
Nació en la Ciudad de México, en medio de los cohetones que echaban los suavos y zacapoaxtlas para conmemorar la batalla de Puebla, un 5 de mayo de 1975. Pertenece a la generación 1996 del CUEC, donde estudió Cinematografía, también estudio Letras Hispánica en la UNAM. Se especializa en guiones de programas de televisión cultural y educativa, de esos que pasan de madrugada. 18 años de experiencia en docencia, capacitación e investigación cinematográfica. Ha visto un par de películas. Baila salsa.