Un minuto para la media noche, la realidad del cambio climático
Al momento de escribir para este blog se celebra el Día de la Tierra, pero ¿hay algo que celebrar?
El profesor sueco Johan Rockström define al actual periodo geológico –el holoceno– como uno en el que se normalizó la cantidad de carbón en la atmosfera.
Esto causó que se estabilizara la temperatura global, se crearan las estaciones, se estabilizaran los niveles de los océanos, y se conocieran las temporadas de lluvias y secas de manera repetitiva, lo que llevó al desarrollo de la civilización y, por ende, el holoceno es el único momento en la historia de la tierra que puede soportar al mundo moderno y sus necesidades.
Más que probado científicamente, desde la revolución industrial de 1800 hasta el presente, el ser humano, de manera incesable, ha liberado miles de millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera por la necesidad del consumo energético derivado de esta industrialización. Millones de años de captura de este gas en forma de fósiles de manera repentina, una vez más, han sido devueltos a la atmósfera; procesos que suelen tardar miles de años, en poco más de 200 impactan negativamente al ecosistema actual.
Debido a esta inyección de CO2 a la atmósfera, se corre el riesgo de desestabilizar el planeta por completo y de manera irreversible. Siendo que los polos reflejan entre el 90 y 95% del calor proveniente del sol, sin estas capas de hielo (que al día de hoy desaparecen de manera acelerada), el planeta en lugar de auto-enfriarse, pasa a un efecto de auto-calentamiento global y este es exactamente el punto crítico catastrófico sin retorno. Como ejemplo, Groenlandia, perdiendo más de 10,000 metros cúbicos de hielo por segundo, ya pasó este punto y no tiene marcha atrás; el efecto de calentamiento no se puede revertir y se convierte en un efecto cascada.
El daño actual es permanente, pero todavía estamos a unos pasos de la catástrofe global para que el ser humano haya desestabilizado el ecosistema por completo. Los efectos del cambio climático se están convirtiendo en noticias de la vida cotidiana: sequías, incendios, inundaciones, tormentas, ya son parte de las noticias diarias. En alguna parte del mundo una catástrofe cobra vidas humanas y esto sucede más que frecuentemente.
En este preciso momento, México pasa por la mayor la sequía registrada desde 19411 y alcanza al 85% del territorio mexicano2. Si esto no es evidencia del cambio climático, no sé qué más lo puede ser. Más al sur del continente americano, y de manera igual de preocupante, el gran pulmón del planeta, el Amazonas, se seca de manera acelerada, las temporadas se extienden y si la seca anual es mayor a cuatro meses, la selva pierde su capacidad de absorción de carbono, crítico para la estabilidad del planeta.
El consenso científico -y por suerte recientemente el político- concluyen que de manera INMEDIATA se necesita una verdadera y certera revolución energética/climática. Las luces de alarma y sirenas están al máximo. Es en esta década (la siguiente sería ya demasiado tarde) y de manera urgente, cuando se deben dar golpes de timón para mitigar, detener y quizá -de cierta manera- revertir hasta cierto punto los efectos del cambio climático.
El consenso científico -y por fortuna recientemente el político- concluyen que de manera inmediata se necesita una verdadera y certera revolución energética/climática
Desde 1947 el Boletín de Científicos Atómicos de Estados Unidos -de la Universidad de Chicago) mantiene el “Reloj del Apocalipsis”, que mide el riesgo de la destrucción total y catastrófica de la humanidad, manteniendo que siempre estamos a minutos de la “media noche” (no, no me refiero al libro de David Baldacci). Ahora y quizá más que nunca efectivamente estamos ya no a minutos, sino a míseros segundos de la media noche.
El cambio climático no respeta fronteras
Al momento de escribir para este blog se celebra el “Día de la Tierra” y los líderes mundiales se reúnen en la Cumbre Virtual sobre Cambio Climático organizado por el Departamento de Estado de Estados Unidos (retomando el liderazgo mundial sobre el cambio climático y control de emisiones, ignorado en la era Trump), donde se reúnen además del presidente Joe Biden, el Secretario General de la ONU, el Papa Francisco, junto con presidentes y representantes de otros 26 países incluido México.
Desde el Protocolo de Kyoto el 11 diciembre 1997 y subsecuentemente el Acuerdo de París del 22 de abril del 2016, los líderes de diferentes países han puesto en la mesa de discusión la reducción de emisiones a nivel mundial, pero es importante decirlo, de manera muy limitada y discutiblemente de manera irrelevante; prueba de esto: el incremento de CO2 en la atmosfera de manera constante e incrementalmente.
Tanto el Protocolo de Kyoto como el Acuerdo de París fueron avances importantes en materia de regulación de emisiones en su momento pero, por otro lado, es triste ver que desde la firma del Acuerdo de París bancos a nivel mundial han invertido más de 3.8 billones de dólares en la industria fósil3. Pero también es relevante mencionar que el Grupo del Banco Mundial anunció que para 2021 habían invertido de manera récord en tecnologías renovables y proyectos sustentables. La realidad es que para incrementar la infraestructura eléctrica y estar a la par con el crecimiento poblacional y la demanda de este, la tecnología más conocida, desarrollada y barata en este momento es la de la quema de fósiles (carbón y gas)… pero las renovables se acercan cada vez más y en algunos países el precio de inversión y consumo ya es igual.
La realidad mundial se contrapone a estas iniciativas verdes y sustentables. Por un lado, se tiene la necesidad de reducir significativamente las emisiones de combustibles fósiles de manera crítica y rápida, pero por el otro lado, el crecimiento de la población mundial junto con el incremento del consumo eléctrico por persona (que se refleja directamente en la calidad de vida individual) hace de esto una tarea difícil y más que complicada.
Para el año 2050 se espera que la población mundial sea de alrededor de 10 mil millones de personas en comparación a la actual de casi 8 mil millones, un incremento de 25% que en nuestro país significa pasar de 127 a 145 millones, un incremento de prácticamente 15%. Sumado a esto se debe considerar el incremento individual de consumo, como mencioné. El incremento de la calidad de vida se refleja directamente en un incremento del consumo eléctrico, por eso se estima que México triplicará su capacidad de generación eléctrica hacia 20504, pasando de 80 a cerca de 260 gigawatts.
El presidente de Estados Unidos (EU) en la inauguración de la Cumbre Virtual sobre Cambio Climático promete reducir las emisiones de su país a un 50% de las actuales para 2030 (EU es el segundo país con mayor emisión de CO2, China siendo el primero) lo que, junto con la India que mencionaré más adelante, son el mayor ejemplo y compromiso para luchar contra el cambio climático. Pero ¿será suficiente?
En esta Cumbre, participantes personajes tan importantes como los CEO's de Allianz, Citigroup, CalPERS, Bank Of America y los más altos ejecutivos de la OTAN, el Fondo Monetario Internacional, el Grupo del Banco Mundial y el Green Climate Fund entre muchos otros. Para ellos no solo es la importancia de cuidar al planeta y a generaciones futuras -seamos honestos-; también es una increíble oportunidad de negocio cambiar la inmensa infraestructura de generación eléctrica instalada poco a poco en los últimos 70 años, basada en fósiles, a una nueva infraestructura global basada en energías renovables y la protección del ambiente. A fin de cuentas, los consumidores eléctricos con nuestro recibo de consumo mensual (o bimestral) somos, y seremos, los que pagamos estas grandes inversiones.
Es así como se quiere llegar a la meta del “Cero Neto”, aceptando que difícilmente la humanidad pueda funcionar sin emitir CO2 a la atmósfera, los esfuerzos políticos y tecnológicos se deben enfocar en la absorción de esas emisiones imprescindibles. Emitir 100 millones de toneladas a la atmósfera requerirá que ese país absorba (mediante diversos esquemas y resultados medibles) esas mismas 100 millones de toneladas.
Aceptando que difícilmente la humanidad pueda funcionar sin emitir CO2 a la atmósfera, los esfuerzos políticos y tecnológicos se deben enfocar en la absorción de esas emisiones imprescindibles
La segunda parte del plan para mitigar el cambio climático es la necesidad y obligación de absorber de alguna manera el CO2 ya contenido en la atmosfera. Tomando de nuevo el liderazgo, innovación e iniciativa Elon Musk junto con Peter Diamandis anunciaron hoy las reglas para el nuevo XPrize, con un premio de 100 millones de dólares, para incentivar nuevas tecnologías y lograr de manera eficiente y escalable remover el carbón de la atmósfera. Premio que se dará a la mejor tecnología que pueda remover 1,000 toneladas de carbón en un año y posteriormente pueda ser escalada a millones de toneladas y replicable varias veces.
No tan tecnológicamente avanzado, pero igual de relevante y utilizando la tecnología existente de la tierra, otro millonario, Marc Benioff, junto con el Foro Económico Mundial, creó la iniciativa 1t.org (One trillion trees) que pretende sembrar un billón de árboles antes de 2030, intentando dar reversa a la gran deforestación que ha sufrido el planeta.
Juntas este tipo de iniciativas con muchas otras más dan un rayo de esperanza pero es necesario actuar ahora. Es la hora de acciones y no palabras, y como ejemplo a seguir está la India5 que en noviembre del año pasado anunció una iniciativa de implementar 450 gigawatts de energía renovable para el año 2030, siendo que actualmente su capacidad de producción es de 380 gigawatts, planea ser 100% renovable en menos de 10 años. La segunda nación en términos de población y la tercera en términos de mayor emisión de CO2 a la atmosfera da un paso gigante en términos de mitigación de emisiones fósiles.
Por último, creo que también es importante retomar la energía nuclear para lograr estas metas. El tema es que efectivamente desastres como el conocido -y ya dramatizado- Chernóbil y más recientemente Fukushima hacen que los riesgos de esta tecnología sean relevantes y los daños al ecosistema palpables, pero también igual de relevante es mencionar que esos reactores contaban con tecnología de más de 30 años.
Analizar tecnologías atómicas (fusión y fisión) modernas, con salvaguardas de última generación, y ver si son aceptadas en esquemas económicos actuales es igual de importante; y científicamente discutir si los residuos tóxicos nucleares y el almacenamiento de estos son una mejor opción a la liberación de CO2 a la atmosfera.
Existe un gran reto, pero también es una gran oportunidad de inversión y generación de empleo triplicar la capacidad instalada en México, pero hay que hacerlo de manera responsable y unirnos al resto del mundo en estas iniciativas verdes, modernizando así nuestra infraestructura de generación eléctrica, contribuyendo con nuestra parte a la protección del planeta.
Como chilango (capitalino), siempre recuerdo los inviernos con el Ajusco nevado, los muñecos de nieve sobre los cofres de los coches que visitaban el “Pico del Águila”, el frío de enero y los parabrisas de los coches congelados, cosa que no ha sucedido que yo recuerde en al menos 15 años. Tristemente dudo que eso lo volvamos a vivir.
¡Felicidades a Xiye Bastida por su increíble participación en el “Leaders Climate Summit”!, un ejemplo a seguir.
1.- https://www.arenapublica.com/economia/fuerte-sequia-en-el-norte-del-pais-encarece-alimentos-en-abril
2.-https://www.sinembargo.mx/22-04-2021/3966786
3.-https://thehill.com/policy/energy-environment/544726-60-largest-banks-in-the-world-invested-38-t-in-fossil-fuels-report
4.-https://manufactura.mx/energia/2018/06/21/mexico-triplicara-su-capacidad-de-produccion-de-electricidad-hacia-2050
5.-https://www.businesstoday.in/current/economy-politics/india-exceeding-paris-targets-to-achieve-450-gw-renewable-energy-by-2030-pm-modi-at-g20-summit/story/422691.html
Arturo Rodríguez
Licenciado en Sistemas Computacionales. MBA por el Tec de Monterrey y Thunderbird, en Arizona. He dado conferencias en foros tecnológicos alrededor de Europa y cuento con más de 20 años en el ámbito de telecomunicaciones en México.
