Hay de aviones a aviones

Sin recursos económicos, no hay sistema de justicia penal en el mundo que funcione
3 Agosto, 2017

El sábado pasado leí en el Universal un artículo de Santiago Corcuera referente al nuevo sistema de justicia penal. Cito:

“Como botón de muestra, la Conago, en su más reciente reunión, fue el vehículo de las voces de incomodidad de algunos gobernadores, quienes le echan la culpa al nuevo sistema penal del incremento en los índices de delincuencia

“Creo que en este caso aplica la máxima que dice que no debe ser escuchado quien alegue en su beneficio su propia torpeza. Los operadores del sistema tuvieron ocho años para prepararse, lo que no hicieron ni los jueces, ni los fiscales, ni los mismos abogados penalistas. Les entregaron un avión nuevo hace ocho años y luego los manuales de operación para que se entrenaran quienes debían volarlo.”

“Llegada la fecha del despegue, ni la tripulación, ni los mecánicos supieron qué hacer y en lugar de reconocer su propia negligencia, le echan la culpa al avión.”

 

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El señor empieza señalando a los gobernadores y termina arremetiendo en contra de jueces, fiscales y abogados en general acusándolos de torpes y negligentes. De entrada, no distingue entre la administración pública y la procuración y/o administración de justicia.

Pero vayamos por partes, para saber de qué tamaño es el avión:

1.- Los recursos empezaron a fluir lentamente a los estados entre 2010 y 2016, sumando un total de $14,758’000,000.00 millones. Además, el reparto fue anárquico, pues hubo estados que recibieron mil millones, mientras otros no pasaron de cien o doscientos.

2.- Los gobernadores recibieron y administraron directamente los recursos y no los operadores del sistema. Tengo noticia que un buen número de gobiernos desviaron recursos en temas de seguridad pública, armamento, patrullas, etcétera. Les urgía el dinero y veían lejos el 2016.

Por otra parte, hubo 742 proyectos de infraestructura y equipamiento que no han sido concluidos en un 67%, según datos del Centro de Investigación para el Desarrollo, A.C., (CIDAC). Muchas Fiscalías estatales siguen trabajando en instalaciones inapropiadas, pues sus recursos son limitados.

3.- El dinero que llegó a los operadores, es decir agentes del Ministerio Público, Defensores de Oficio y Policías Ministeriales sólo sirvió para darles mediocres cursos de capacitación, desarticulados unos de otros. No hubo un plan rector de capacitación. Florecieron, por todas partes, capacitadores “patito” contratados por las propias Fiscalías para ahorrarse dinero.

 

En el país no hay un reflejo de la inversión de recursos: inseguridad, obras inconclusas y desvío de recursos son el día a día que se vive en México.

 

 4.- No creció el número de agentes del Ministerio Público y policías Ministeriales. El anterior sistema generó un rezago enorme debido a la falta de personal. Este vicio fue trasladado al nuevo sistema; a un año de su implementación ya existe rezago en las carpetas de investigación.

Una Fiscalía pequeña está recibiendo un promedio de 60 denuncias diarias, 1,800 al mes que multiplicadas por doce nos da un total anual de 21,600 carpetas para 2017.

Si dividimos el total anual entre los 150 ministerios públicos que en ella laboran aproximadamente, resulta que cada uno recibirá en promedio este año 144 nuevas carpetas. A ellas habrá que sumarle las que viene arrastrando de junio a diciembre del año pasado, sin olvidar los juicios iniciados bajo el sistema anterior que aún son muchos. Con éstas cargas de trabajo se traslada también la ineficiencia, pues en el nuevo sistema, lo recomendable son 50 carpetas por Ministerio Público al año.

5.- No se han actualizado en años los salarios. Exigimos Ministerios Públicos y Policías Ministeriales de primer mundo con salarios miserables. Los defensores de oficio son los más olvidados, viven una pobreza franciscana. El dinero simplemente no llegó a todos ellos.

 

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Como podemos ver, las condiciones adversas para los operadores no han cambiado y siguen luchando contracorriente. Algunas fiscalías podrán estar mejor que otras, pero el escenario en general es el mismo.

Sin recursos económicos, no hay sistema de justicia penal en el mundo que funcione. Las grandes investigaciones, los juicios perfectos y la impunidad cero seguirán siendo una ilusión. El avión que dice Corcuera se les entregó, en realidad es un avioncito de papel.

 

@borozco16

 

Benjamín Orozco Manjarrez Benjamín Orozco Manjarrez Abogado especialista en Delitos Fiscales y Financieros. Fue Titular de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Fiscales y Financieros de la Procuraduría General de la República, anteriormente como responsable del área penal del SAT. Abogado postulante (socio fundador) de DDE, defensa de delitos económicos.