La reforma descafeinada de Ricardo Monreal para la banca

El líder de Morena en el Senado critica duramente la falta de competencia en la banca, pero no plantea ningún cambio de fondo para enfrentarla.
19 Marzo, 2019 Actualizado el 19 de Marzo, a las 23:04
Ricardo Monreal Ávila, coordinador de Morena en el Senado de la República
Ricardo Monreal Ávila, coordinador de Morena en el Senado de la República
Arena Pública

El senador Ricardo Monreal dio el campanazo mediático el 8 de noviembre cuando presentó una iniciativa ante el Senado para eliminar un paquete de comisiones bancarias.

En aquella exposición de motivos de la iniciativa se leyó: “El alarmante y excesivo uso de comisiones bancarias en perjuicio de los mexicanos se hace más evidente cuando se refiere a que el ingreso por el cobro de este concepto ascendió en 2017 a más de 108 mil millones de pesos".

La propuesta del coordinador de los senadores de Morena, el poderoso partido en el gobierno, no solo se hizo viral, sino que tiró las acciones bancarias que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores, provocando un 'jueves negro'.

Y es que casi un tercio de los ingresos de los bancos provienen de un puñado de las 5,310 comisiones que tiene registradas el Banco de México. El precio de las acciones de Banorte -el segundo grupo financiero más grande del país- cayó 31% en los siguientes 19 días. Y las consecuencias de la iniciativa de Monreal llegaron hasta Madrid, en cuyo piso bursátil las acciones del BBVA (matriz de Bancomer) cayeron casi 6% en esa sola jornada.

Las alarmas se encendieron en las juntas directivas de los grandes bancos del país que, ni tardos ni perezosos, se remitieron con quienes -en ese entonces- eran sus interlocutores con Andrés Manuel López Obrador, el presidente electo. Un día después, la furia de los banqueros dio resultado.

López Obrador salió a calmar las aguas frente un gremio global poderoso, a unos cuantos días de asumir la Presidencia; y el habilidoso Monreal, ofreció buscar consensos con los banqueros. El resultado era esperado.

Para aquel entonces, Monreal Ávila cocinaba -con Alejandro Rojas Díaz, su suplente en la bancada- una reforma al sistema financiero. Lo haría desde las comisiones bancarias; un tema popular, mediático, sensible, el de mayores reclamos por parte de los millones de clientes bancarios.

Así que el exgobernador zacatecano y, ahora, Presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, le daría forma a su corcel de batalla en el libro "Reforma al Sistema Financiero Mexicano. Una visión de futuro". Un texto aún por publicarse por la editorial Porrúa.

El diagnóstico que hace Monreal del sistema financiero mexicano no es distinto a los muchos que se han publicado en las últimas dos décadas por especialistas como Enrique Cárdenas, Stephen Haber, Aldo Musacchio, Fausto Hernández, Gustavo del Ángel, Guillermo Zamarripa, entre otros: La baja penetración del sistema financiero en la economía, la escasa educación financiera, la debilidad en la intermediación, la distorsión de los incentivos para el crédito, la informalidad y la falta de competencia bancaria.

Monreal insiste a lo largo de las 292 páginas de su texto, en la elevada concentración del sector bancario como factor crucial de una reforma a fondo, y que la impulsada por Enrique Peña Nieto en 2014 no logró.

"Hoy en día, el sistema financiero de México sigue siendo de los que menos presta y de los que más cobra por sus servicios. La banca continúa estando concentrada en un puñado de agentes", escribe el líder de Morena. Y remata: "cualquier análisis de competencia sobre la banca recalca los pocos avances que se han tenido desde hace prácticamente tres décadas".

En su conferencia de prensa de este martes 19 de marzo, el presidente López Obrador secundó a Monreal en la falta de competencia bancaria.

"En los últimos diez días he recibido a presidentes de consejos de bancos y hemos hablado sobre este tema, por ejemplo hay la propuesta de bajar comisiones por competencia, no por modo legal, por el cobro de envío de remesas, eso va a ser más importante, que haya más competencias, y que se reduzca el precio de comisiones”, dijo el Presidente.

Monreal abunda en las muchas páginas de su libro sobre el problema de la concentración bancaria: "Los dos grandes objetivos de la reforma, mayor crédito y más barato, no se cumplieron. El sistema financiero mexicano sigue siendo poco profundo en comparación con otras economías del mundo... 

Y sigue. "Bajo cualquier estructura de mercado, los precios de un sistema están determinados por el nivel de competencia que existe en el sector. El principal cambio que tuvo la reforma (de 2014) en este punto fue modificar la línea entre lo que es regulado y lo que no, pero la estructura del sistema siguió siendo prácticamente la misma de antes"

E incluso el senador recuerda que "en 2014 la Cofece ya había señalado que existía una alta concentración entre los oferentes de servicios financieros en el país, lo que incide de manera negativa en el costo al que se ofrece financiamiento a los usuarios, así como en la calidad de los productos financieros".

"En términos generales, el sector bancario presenta la misma concentración que se tenía previo a la reforma financiera. Entre 2014 y 2017, los siete bancos más grandes pasaron de tener una participación en la cartera total del mercado del 85 al 83 por ciento", concluye el senador de Morena, ilustrando decenas de páginas con datos, citas de expertos y ejemplos sobre las consecuencias de una concentración de este tamaño.

Sin embargo el diagnóstico sobre la tan criticada concentración bancaria del senador, se diluye -o desaparece- cuando Monreal plantea sus propuestas en lo que denomina "Hacia una nueva reforma financiera más incluyente", en las últimas 30 páginas de su texto.

El líder de Morena en el Senado no plantea propuestas concretas que incidan en las barreras de entrada a la competencia bancaria, como la señalada por Cofece -el organismo antimonopolios-, de reducir el monto de capital requerido para operar un banco.

Si bien Monreal escribe sobre estas barreras a la entrada de nuevos competidores como "altos requerimientos iniciales de capital, información asimétrica, altos costos de transacción para los usuarios y una regulación complaciente con el nivel de competencia actual"; sus planteamientos finales están lejos de incidir en ellas.

El senador se limita a hacer una serie de recomendaciones sobre la determinación de las comisiones bancarias, de proponer que todo banco ofrezca una cuenta de ahorro-nómina y una tarjeta de crédito básica sin comisiones; de incorporar los avances tecnológicos en las operaciones bancarias que brinden inmediatez, seguridad, eficiencia, interoperabilidad y diversidad de productos; de enfatizar en la educación financiera por el Estado; de eliminar exclusividades con las corresponsalías; y de simplificar la regulación.

Mucho diagnóstico y crítica al actual sistema financiero y poca propuesta legislativa para cambiarlo.

Quizá Ricardo Monreal logró en noviembre su objetivo político al lanzar al ruedo un tema popular, como las elevadas comisiones bancarias; pero -a la luz del examen detallado de su libro aún no publicado- lo que se presentará será una reforma descafeinada del sistema financiero -y bancario en particular- incluso en su asunto 'estelar' de las comisiones bancarias.

Mucho o poco tendrá que ver en ello la cercanía del Presidente con el Grupo Salinas. El presidente entrante de la Asociación de Bancos de México es Luis Niño de Rivera, presidente de Banco Azteca, propiedad del empresario Ricardo Salinas Pliego.

La mesa está puesta. Los ejecutivos bancarios consultados -que prefieren el anonimato- no preven ninguna sorpresa en la materia durante la reunión anual que tendrá el gremio esta semana en el puerto de Acapulco. 

 

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