Será lento el crecimiento, sin cambios regulatorios de fondo: Santiago Levy

Estamos haciendo las cosas mal, dice Levy. Hay que incidir en las regulaciones fiscales, laborales y de seguridad social que alientan la informalidad.
10 Marzo, 2019 Actualizado el 26 de Abril, a las 19:28
El economista Santiago Levy en entrevista con Arena Pública
El economista Santiago Levy en entrevista con Arena Pública
Arena Pública

No habría ninguna razón para que el crecimiento económico sea más rápido que en el pasado; incluso hay factores estructurales que lo harán aún más lento, advierte el economista Santigo Levy.

La advertencia de Levy llega en momentos en que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha reiterado que la economía mexicana crecerá a un ritmo mayor al que lo ha hecho en los últimos años, a contracorriente de lo que opinan la mayoría de los economistas del sector privado. En la reciente presentación del Consejo para el fomento a la Inversión, el Empleo y el Crecimiento Económico el gobierno se comprometió a crecer al 4% en este sexenio.

"Lo más importante que se debe de hacer para que seamos un país próspero, para crecer más rápidamente, y también mejorar la distribución del ingreso -y todo al mismo tiempo- es incidir en el conjunto de regulaciones fiscales, laborales y de aseguramiento social que segmentan nuestro mercado de trabajo en un sector formal y en un sector informal", dijo el economista Santiago Levy Algazi en entrevista con Arena Pública.

De no arreglarse estos factores, "veo muy difícil que en el futuro el crecimiento sea más rápido que en el pasado. No habría ninguna razón para que eso ocurra. Mientras mantengamos esta estructura de incentivos, el crecimiento del país va a ser lento. De hecho hay factores estructurales que va a hacer que lo haga aún más lento porque el bono demográfico que hemos disfrutado en los últimos años se está agotando y la población trabajadora va a empezar a crecer más despacito y eso va a hacer que la tasa del crecimiento del PIB sea aún más lento", enfatiza Levy.

Santiago Levy Algazi fue, hasta junio del año pasado, vicepresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) después de poco más de una década laborando en el organismo internacional; y es uno de los economistas mexicanos más reconocidos en el mundo por su amplia experiencia en el sector público internacional y su prolífica trayectoria como investigador en temas como la pobreza, la informalidad y la prosperidad en México. Ha escrito una media docena de libros sobre estos temas y una gran cantidad de artículos en revistas especializadas.

Entrevistado en la Ciudad de México, Levy es contundente cuando afirma, "mientras tengamos 60% de los trabajadores en la informalidad y 85% de las empresas en la informalidad, nunca vamos a hacer un país próspero" y plantea que las preguntas centrales para enfrentar el bajo crecimiento en el país son "¿por qué hay tanta informalidad? y ¿qué tenemos que cambiar para que eso se reduzca?"

Su explicación inmediata no tiene que ver con la falta de trabajo. "Es porque estamos haciendo las cosas mal" -dice a rajatabla el doctor en economía por la Universidad de Boston y quien también posee un postdoctorado honorífico por la Universidad de Cambridge. 

"Lo que sería más importante es revisar la legislación de aseguramiento social, la legislación laboral, la legislación fiscal y todos los factores que a las empresas las inducen a ofrecerle a los trabajadores un tipo de trabajo u otro tipo de trabajo -con seguro social, sin seguro social, pagando impuestos, no pagando impuestos- y a los trabajadores también les deciden entre trabajar por cuenta propia, trabajar en su propia empresa familiar, o trabajar para una u otra empresa diferente", explica Levy y concluye: "Eso es lo que tenemos que cambiar si queremos prosperar"

 

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Pero el gobierno actual no parece, no en sus primeras propuestas de arranque, coincidir con el diagnóstico de quien también dirigió el Centro de Desarrollo Económico de la Universidad de Boston, para sentar las bases de la prosperidad de México. En sus primeros cien días el presidente López Obrador ha hecho énfasis en programas de gasto público de tipo asistencialista, hacia los adultos mayores, capacitación para los jovenes o personas con discapacidad.

Frente a programas de este corte, Levy responde: "Es muy importante redistribuir porque somos una sociedad muy desigual, pero es importante redistribuir a través de mecanismos que no perviertan los incentivos de las empresas y los trabajadores".

Y ejemplifica que no hacerlo es como darse un balazo en el pie. "Por un lado redistribuimos, pero por el otro lado hacemos que la economía se estanque y eliminamos las propias posibilidades de prosperidad de las personas a las que queremos ayudar. Porque lo que damos con una mano, lo quitamos con la otra. Damos alguna transferencia, algún apoyo, y con la otra mano les negamos la posibilidad de que tengan un trabajo productivo en donde puedan desarrollarse y desarrollar sus capacidades", dice quien también fue economista en jefe del BID y subsecretario de Egresos de Hacienda en 1994-2000.

 

Esfuerzos mal recompensados

Santiago Levy publicó el año pasado una extensa investigación sobre las causas de porqué México no prospera con un título sugerente, "Esfuerzos mal recompensados: La elusiva búsqueda de la prosperidad en México”, en el que destaca que "no se pone suficiente atención a que hay una muy grande cantidad de empresas muy improductivas que son parte de la economía y que, cuando tomamos el promedio de todas ellas, llegamos al estancamiento; que es lo que hemos observado en las últimas dos décadas".

Levy explica que "más del 90% de las empresas del país son muy chiquitas, de 5 trabajadores o menos, no todas improductivas pero una gran cantidad de ellas sí. Y muchas informales y, sorprendentemente, en los últimos 15 ó 20 años el número de empresas chiquitas ha estado creciendo más rápidamente que el número de empresas grandes y han estado atrayendo a más trabajadores y más inversiones. Cada una en lo individual nos parece como irrelevante, pero son millones de esas empresas y cuando las sumamos absorben casi al 60% de los trabajadores del país y casi al 40% de las inversiones".

Para Levy el problema radica en un conjunto de incentivos que lastran la prosperidad del país. "Tiene que ver con la legislación fiscal, con la legislación laboral, con la legislación de aseguramiento social, con temas de acceso al crédito. Confluyen muchos factores", señala.

 

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