La economía llegará a las elecciones creciendo a buen ritmo por impulso fiscal: Analistas

Después de que la economía creció 3.5% anual en los primeros 9 meses, los economistas esperan un crecimiento de entre 2% y 3% en el primer semestre de 2024; pero para el segundo, pronostican una fuerte desaceleración.
6 Noviembre, 2023 Actualizado el 6 de Noviembre, a las 19:24
Economía y elecciones
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Arena Pública

A poco menos de 7 meses de la elección presidencial en México, la economía sigue creciendo fuerte y es probable que para el 2 de junio, día de la elección, aún mantenga un buen ritmo de crecimiento de acuerdo a previsiones de los economistas; aunque también pronostican una caída importante en el ritmo de crecimiento económico para la segunda mitad del próximo año.

La principal razón de las buenas previsiones para la economía mexicana se encuentra en la fortaleza económica de su principal socio comercial que, a pesar de las altas tasas de interés y del menor dinamismo del mercado laboral durante octubre, está convenciendo a los economistas de posponer sus pronósticos sobre una potencial recesión en Estados Unidos hacia finales del próximo año o al 2025. Entre los factores domésticos destacan el mayor gasto público esperado para las grandes obras de infraestructura, principalmente en la primera mitad de 2024; así como el dinamismo en el consumo a partir de fuertes incrementos esperados al salario mínimo y a las pensiones de adultos mayores (+25%), y el crecimiento en las remesas.

En 2023 se prevé que la economía crezca entre 3.3% y 3.5%. En los primeros nueve meses del año la economía habría crecido 3.5%, a tasa anual, de acuerdo al dato preliminar del tercer trimestre publicado por Inegi. Con esta perspectiva, los economistas encuestados por el Banco de México prevén que la economía mexicana crecerá 2% en 2024, con una gran disparidad en los pronósticos, desde 1.27% hasta 3.10%, mientras que el Gobierno Federal es mucho más optimista.

La Secretaría de Hacienda pronostica un crecimiento puntual de 3%, con un rango de 2.5% a 3.5%, debido a la fortaleza del consumo privado -derivado de las reformas laborales, el incremento al salario mínimo y los programas sociales-; una mayor inversión pública y privada, por los proyectos de infraestructura y la mayor inversión extranjera esperada por el nearshoring; y un crecimiento aún robusto de la industria estadounidense de 2%, de acuerdo con los Criterios Generales de Política Económica.

Ya algunos analistas han elevado recientemente sus previsiones para el crecimiento del próximo año. Banco Base, asentado en Nuevo León -estado en el que se espera la mayor derrama económica por el nearshoring-, pronostica que la economía crecerá entre 2.5% y 3.0% en 2024. Sin embargo, el crecimiento esperado para el próximo año está fuertemente influido por un mayor alza esperada en la primera mitad del año debido a una importante derrama de gasto público.

Joel Virgen, un economista del sector financiero con base en Nueva York, pronostica "ritmos de avance trimestral de, por lo menos, 0.5% durante los primeros dos trimestres del 2024, en parte promovidos por la política fiscal expansiva que se anticipa". Opinión que también comparte Oscar Vera, un economista y asesor independiente en la Ciudad de México. Sus razones de que veremos una economía creciendo previo a la elección se encuentran en un "fuerte gasto público, alza del salario mínimo y de las pensiones para adultos mayores, remesas en continuo crecimiento, entre otras", aunque advierte que esto se dará si no ocurren eventos externos que "descompongan" ese escenario.

Los economistas no parecen estar equivocados en sus previsiones sobre el crecimiento económico para el primer semestre, periodo en el que correrán las campañas presidenciales que, hasta ahora, disputarán Claudia Sheinbaum, virtual candidata del oficialista Morena, y Xóchitl Gálvez, por el opositor Frente Amplio por México. Y es que el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene planeado inaugurar -aunque sea parcialmente- las grandes obras de su gobierno en ese periodo y ello implicará importantes desembolsos de recursos públicos para acelerar obras que aún se encuentran con fuertes retrasos.

López Obrador ya adelantó que el Tren Maya -al que se le asignó 120 mil millones de pesos para 2024- se inaugurará por tramos entre el 15 de diciembre y el 29 de febrero. El 22 de diciembre planea inaugurar el Tren Interoceánico y es probable que en los primeros meses del próximo año haga lo propio con las ampliaciones de los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, parte del Corredor Interoceánico. Con la Refinería de Dos Bocas sucede algo parecido. Su conclusión va a marchas forzadas para que inicie operaciones en algún momento del primer semestre ante ya varios aplazamientos. Para infraestructura, el gasto planeado es por 1.1 billones de pesos para el próximo año (80% en inversión física); mientras que 4.4 billones de pesos -de un presupuesto total por poco más de 9 billones- se destinarán a los programas sociales.

Los analistas políticos ven al presidente López Obrador no solo como el jefe electoral de su partido para ganar las elecciones y continuar con lo que llamó la Cuarta Transformación, sino como su principal objetivo en 2024. AMLO, como se le conoce al Presidente, abrió el proceso de sucesión presidencial en 2021 y prácticamente todos los meses desde su conferencia matutina diaria se refiere al relevo presidencial, añade y quita nombres, sugiere y recomienda procedimientos, cuestiona y enjuicia a las autoridades electorales y de justicia. Incluso lanza nombres de candidatos para los partidos de oposición.

 

¿Y después de la elección? 

Los pronósticos son más difusos hacia el último tramo del año y hacia 2025 en la medida en que la incertidumbre también campea sobre el derrotero de la economía estadounidense y las preguntas crecen sobre la salud de las finanzas públicas con asuntos pendientes como Pemex, el impacto de las tasas en la deuda pública, o la sostenibilidad de la carga por las pensiones en el mediano plazo.

Marco Oviedo, economista y estratega senior para America Latina de XP Investments, prevé un crecimiento económico de 1.4% para el próximo año, pero de 0% para el segundo semestre. "En la primera mitad del año debe observarse un crecimiento moderado. Esperamos un aumento trimestral de 0.4% en los dos primeros trimestres de 2024, impulsado por una economía de Estados Unidos todavía en buen estado, con un mayor gasto en general que implica un año electoral, pero es consistente con una desaceleración de la economía, ...Sin embargo yo creo que los riesgos son a la baja por los efectos en la economía de las altas tasas de interés", dice Oviedo.

Para TransEconomics, una firma de planificación patrimonial y gestión de activos alternativos, la actividad económica también se desacelerará hacia la segunda mitad del año. "En TransEconomics consideramos que el crecimiento en el primer semestre del año que entra, todavía va a ser de alrededor del 3%, precisamente por el empuje proveniente del año electoral. Ya en el segundo semestre se desacelera a 1.8% lo que nos da un promedio de 2.4%", dice la economista Delia Paredes, socia de la firma.

El horizonte económico hacia 2025, con un nuevo gobierno en Palacio Nacional, no luce muy prometedor según algunos analistas. Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base, pronostica para 2025 una leve recesión con un crecimiento entre 0.8% y 1%. "Si se materializa una recesión en 2025, esta administración habrá iniciado con una recesión y habrá heredado una a la siguiente administración", escribió Siller en su cuenta de X.