45% de los mexicanos son "vulnerables": ni son pobres, pero tampoco son de clase media

Una nueva clase social ha surgido en América Latina según la OCDE: los vulnerables, no son pobres pero tampoco clase media.
30 Marzo, 2018 Actualizado el 31 de Marzo, a las 08:58
Los vulnerables son aquellos que salieron de la pobreza pero sin el impulso suficiente para llegar a la clase media.
Los vulnerables son aquellos que salieron de la pobreza pero sin el impulso suficiente para llegar a la clase media. Foto: Neuropata/ algunos derechos reservados
Arena Pública

De la informalidad surgió una nueva clase social en América Latina: los vulnerables.

Aquellos que saltaron la línea de la pobreza pero con un impulso tan débil que no alcanzaron a situarse entre la clase media.

Viven en una especie de limbo entre ambas clases, no son tan pobres como para recibir apoyos sociales, ni sus ingresos suficientes para hacer crecer su patrimonio.

Su principal característica es que viven constantemente en riesgo de que cualquier imprevisto: enfermedad, accidente, vejez o desempleo, los haga regresar a la pobreza de la que salieron y de la cual se separan por una frágil frontera.

Las familias ‘vulnerables’ tienen ingresos diarios -por persona- superiores a 4 dólares e inferiores a 10, entre 70 y 180 pesos diarios al tipo de cambio actual, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Mientras que los pobres tienen ingresos por persona de 4 dólares o menos y la clase media de entre 10 y 50 dólares según la clasificación internacional.

En México la clase vulnerable pasó de representar el 41% de la población en 2008 a 45.7% en 2014 de acuerdo con los datos más recientes de la OCDE, en esa condición se ubican alrededor de 54 millones de mexicanos. La tasa del país es superior al promedio de 39% entre los países que integran la organización.

Los vulnerables surgieron en América Latina al tiempo que disminuyó la pobreza y creció la clase media. La tasa de pobreza en la región se redujo casi a la mitad al pasar de 43% en 2000 a 23% en 2015, lo que supone que más de 80 millones de latinos han salido de la pobreza. Mientras que la clase media creció a más de 248 millones de personas para representar el 40% de la población.

 

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“Hay que celebrar la disminución de la pobreza, pero desafortunadamente esta reducción ha ocurrido de manera simultánea a la creación de una clase vulnerable, ciudadanos que forman parte de un sector que se desarrolla menos, enferman y no tienen medios de atención o se jubilan y caen en pobreza”, señaló Ángel Melguizo, economista en jefe para América Latina y el Caribe de la OCDE.

Los vulnerables lo son porque en su mayoría tienen ingresos laborales bajos, carencia de capacitación, puestos de trabajo en el sector informal y acceso limitado a servicios públicos de calidad.

En México, por ejemplo, la tasa de abandono escolar es muy alta, más de 40% de los hombres y mujeres de entre 15 y 19 años no cursaban ningún tipo de formación en 2013. La graduación de bachillerato en el país es la más baja de la OCDE, asegura el informe Mejorando la inclusión social en América Latina publicado por la organización en noviembre de 2017.

60% de los vulnerables en México –con ingresos diarios de entre 4 y 10 dólares- trabajan en la informalidad, es decir, no tienen acceso a servicios médicos, créditos para la vivienda y tampoco generar ahorro para el retiro; en contraste con 50% de los clasemedieros que se encuentra en la informalidad.

 

60% de los vulnerables en México trabajan en la informalidad: Foto: Bud Ellison /algunos derechos reservados

 

“Generalmente los trabajadores informales desarrollan competencias de menor nivel y carecen de oportunidades para crecer profesionalmente. Esto los enfrasca en una trampa de baja productividad y complica su búsqueda de trabajos más adecuados a sus capacidades […] Todos estos factores afectan los salarios y el crecimiento profesional de los más vulnerables”, asegura el informe.

La mitad de los jóvenes vulnerables de 29 años en América Latina trabaja en el sector informal o es nini, mientras que entre las familias de clase media un 76% cuenta con un empleo en el sector formal a esa edad.

El problema es que la condición de vulnerabilidad es transmitida por los padres a los jóvenes “en un momento en que América Latina tiene el mayor número de jóvenes de su historia […] Para aprovechar el bono demográfico que solo durará hasta 2020 es necesario crear políticas públicas que impulsen la incorporación de los jóvenes a la formalidad, a la capacitación y el financiamiento a emprendedores” aseguró Melguizo.

Para reducir la trampa de la pobreza en la que pueden caer los vulnerables es necesario que los países de América Latina reduzcan los costos de formalización; amplíen las oportunidades de acceso al bachillerato y la universidad; así como refuercen la accesibilidad mediante servicios de transporte públicos asequibles y financieramente sostenibles, asegura la OCDE.

Si bien la población vulnerable da muestra del avance en la reducción de la pobreza a nivel regional, para elevarlos hasta la clase media es fundamental que las iniciativas para reducir la pobreza se acompañen de políticas de apoyo para este segmento de la población, concluye la organización.

 

MÁS INFORMACIÓN: Mejorando la inclusión social en América Latina, desafíos clave y el rol de los sistemas de protección social, OCDE, noviembre de 2017.

MÁS INFORMACIÓN: Perspectivas Económicas de América Latina 2017, un foco en México, Ángel Melguizo, Unidad de América Latina y el Caribe del Centro de Desarrollo de la OCDE, abril 2017.

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